"ICE ICE Baby"
Nuevo MIAMI, Bogotá Colombia
Fundición de aluminio y pintura automotriz
100 x 65 x 3
Fotografía: Santiago Pinyol
Texto: Xavier Nueno
Se colocó una alcantarilla con la forma de la bandera Norteamericana en el espacio de exhibición. La alcantarilla fue instalada para cumplir su función de desagüe en la cual se acumularon los desechos durante el periodo de exposición y se realizaron acciones como orinar sobre ella.
La pieza y el título de la misma hace alusión de manera irónica a las políticas migratorias del país a través del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de los Estados Unidos, ICE por sus siglas en inglés.
La logística del hielo o ICE ICE BABY
1.Lectura Mínima.
Cien años de soledad puede leerse como una novela sobre la logística del hielo: el hielo que trae Melquíades al pueblo no es fruto de la alquimia, sino hielo importado de Nueva Inglaterra siguiendo las rutas establecidas por la industria global del hielo que existía en el siglo XIX—una industria basada en la exportación del hielo que se formaba en lagos del noreste estadounidense al Caribe para el disfrute de las élites coloniales. De este modo, “la gran invención del siglo” no será inventada hasta años después, cuando Aureliano Triste instale en las afueras del pueblo la fábrica de hielo con la que soñó Aureliano Buendía. Su producción de hielo rebasa el mercado local y le empuja a modernizar la región vinculándola al resto del mundo: “¡Hay que traer el ferrocarril!”. Ese ferrocarril, cooptado por la compañía bananera, es el que desaparecerá los tres mil cadáveres de los trabajadores acorralados por el ejército en un convoy de doscientos vagones. La logística del hielo es un negocio que empieza y termina en Estados Unidos.
2.Vicio Inherente.
El sueño de la logística del hielo es un mundo sin fricción en el que el tiempo, el espacio, e incluso la entropía no operen. Hasta mediados del siglo XIX, no existía ningún medio para producir frío artificialmente. Antes de la refrigeración mecánica, la única forma de enfriar algo era recolectar hielo de regiones frías y transportarlo a lugares más cálidos. El envío de hielo de países fríos e industrializados a los "trópicos" era una importante industria que no solo mantenía las bebidas de las élites coloniales frías, sino que servía tanto para preservar la vida de los alimentos de la descomposición bacteriana como para protegerlos de las fluctuaciones en la demanda económica (el hielo permite especular con el precio de frutas y verduras, reservar las subsistencias cuando los precios son bajos y ponerlas en circulación cuando las condiciones son favorables). El comercio global de hielo era un negocio riesgoso. La demora durante el envío podía acelerar el derretimiento de la carga. Como mercancía, el hielo tiene un vicio inherente: se derrite. Por debajo de 0ºC es estable, pero apenas la temperatura aumenta, se licua y evapora. La posibilidad de liquidar el valor de la mercancía es real cuando el propósito del hielo no es transportar agua sino mover frío.
3.Ferrocarril subterráneo.
Antes de que existiera refrigeración mecánica, la logística del hielo requería de infraestructuras conectadas entre sí que permitían mantener la cadena de frío. Las monumentales plataformas de extracción de hielo que sostenían el comercio global, los grandes almacenes de frío—algunos de ellos, auténticas proezas de la arquitectura del siglo XIX, como el Chicago Cold Storage Exchange de Alder and Sullivan (1890)—, los cargueros de hielo, los vagones fríos de trenes y de carruajes con los que se entregaba el hielo a cada casa y las heladeras (unas piscinas que se construían en el sótano de casas ricas en las que se almacenaba el hielo). Toda esa infraestructura se caracterizaba por estar apartada de la luz solar y, por tanto, de la vista pública. Durante los años en los que la red clandestina conocida cómo el ferrocarril subterráneo permitió que decenas de miles de esclavos afroamericanos escaparan del sur al norte de los Estados Unidos y Canadá, las redes de la logística del hielo se convirtieron en los canales preferidos de los abolicionistas para esconderlos. En testimonios de la época, así como en reconstrucciones hechas posteriormente por historiadores, los esclavos se desplazan de heladera en heladera (“¿Ves esa heladera? Baja por esos escalones y llegarás al ferrocarril subterráneo”, se lee en una pieza de autor anónimo de la época). Aunque la invisibilidad de las cadenas de frío hace de ellas lugares de actividad clandestina, también las convierte en lugares de explotación feroz.
4.Friantropía.
En 1952, Felisa Rincón de Gautier, alcaldesa de San Juan de Puerto Rico por dos décadas, acordó con el propietario de la compañía aérea Eastern Airlines, el envío de un avión cargado de dos toneladas de nieve para que los niños puertorriqueños tuvieran una experiencia del invierno. Durante tres años, los aviones descargaban la nieve traída desde New Hampshire en un aeropuerto de San Juan en el que había más cámaras que niños—la nieve se derretía pronto pero el evento televisado revertía la entropía y hacía de los pocos minutos que duraba el espectáculo un monumento filantrópico. Escribe la cineasta Janah Cox: “El espectáculo ejemplificaba una transacción económica desigual: los aviones traían gratificación instantánea capitalista en forma de nieve derretida, y regresaban a los Estados Unidos cargados de mano de obra barata puertorriqueña para poblar el barrio, promoviendo la diáspora de isla después de la Segunda Guerra Mundial.”
5.El container refrigerado.
Es probable que la primera persona en llegar a Estados Unidos en un contenedor refrigerado fuera Barbara Pratt, responsable de la patente de los contenedores Maersk—hoy, estándar de la industria. Poco después de graduarse de Cornell, Pratt fue contratada por la compañía Sea-Land para construir un laboratorio dentro de un contenedor refrigerado y realizar análisis in situ de los efectos que tenían los cambios de temperatura exterior sobre los contenedores refrigerados de las frutos, verduras y granos. El laboratorio estaba equipado con instrumentos avanzados para realizar estudios en tiempo real como un cromatógrafo de gases, microscopios, campanas extractivas, computadora. Además contaba con una sección de oficina que tenía literas, y un par de escritorios y gabinetes, un microondas y un refrigerador. “Una vez completado el laboratorio”, recuerda Pratt en una entrevista, “nuestro primer proyecto consistió en mejorar el estado de granos de cacao que viajaban de la República Dominicana a los Estados Unidos”.
6.Sevilla Expo ’92.
Con el título, “La Era de los Descubrimientos”, la Exposición Universal de Sevilla reiteraba la historia celebratoria de la conquista. El pabellón chileno fue premiado por las autoridades—y, por el público, que acudió en masa a verlo—, como mejor propuesta de la feria. Con un presupuesto visiblemente más alto que el del resto de los participantes, Chile exhibió un iceberg transportado desde sus territorios antárticos hasta la ciudad que durante la conquista centralizaba el control del tráfico marítimo con el continente Americano. Apenas un año y medio antes, terminaba la dictadura de Pinochet. Con su participación en esa exposición, Chile quería cambiar su imagen frente al mundo de país tropical consumidor de frío a exportador capaz de alcanzar cualquier punto del planeta a través de una red logística sin fricción que comprimía el tiempo y el espacio, y negaba la entropía misma. El espectáculo cristalino del iceberg trata de limpiar la imagen de Chile como dictadura militar y celebra el potencial logístico de un país que había sido capaz de desaparecer a 23.000 personas sin dejar huella. Ariel Dorfman en La Nanny y el Iceberg escribe: “Dentro de unos minutos—dijo el ministro, ignorando los reparos de mi padre, —los más importantes empresarios del país van a pasar por esa puerta. Listos para la foto, listos para poner plata en Expo 92, listos para comprarse la nueva imagen que Chile está mercando al mundo. Han comenzado a entender que no puedes vender un producto, que tienes que vender al país entero, le pones marca registrada al país y lo posicionas en toda su gloria y pujanza (…) Se han puesto a mirar el futuro con ojos modernos, pero si olfatean que algo huele mal se van a retirar como ratas, le dan la espalda al proyecto.”
7.Cadena de frío.
El refrigerador que se encuentra en casi todas nuestras casas es la punta del iceberg de una cadena de frío global. Continuas y distribuidas, las cadenas de frío se extienden miles de kilómetros y conectan puntos remotos de la geografía global con nuestras cocinas. Contenedores intermodales y camiones refrigerados, cámaras frigoríficas, almacenes, laboratorios, bancos de semillas y de esperma, data centers enterrados a cientos de metros bajo el suelo, frigoríficos portables cargados de latas de cerveza… Nicola Tweely ha estudiado esta geografía bajo el nombre de coldscape: “un vasto y distribuido invierno artificial que permanece en su mayor parte sin mapear (…) Espacios en los que un invierno perpetuo ha distorsionado o borrado la estacionalidad; espacios que se encuentran dentro de una geografía de energía intensiva a una distancia previamente inimaginable, tanto mental como física, entre productores y consumidores”. La invisibilidad de las cadenas de frío—necesariamente apartadas de la luz—, es una herramienta que puede servir para llevar acabo actividades clandestinas, aunque a menudo también permite la explotación de aquellos que están bajo su tutela. Aunque no existen datos que nos permitan asegurarlo con seguridad, las cadenas de frío están pobladas por trabajadores migrantes que encuentran en ellas un refugio y, al mismo tiempo, son explotados sin contratos laborales y trabajando jornadas más largas de lo que permite la ley.
8.ICE ICE Baby.
Para Estados Unidos, la identificación, rastreo, detención, internamiento en campos de concentración y deportación de miles de migrantes es esencialmente un problema de logística. Es por ello que la infraestructura de ICE (Immigration and Customs Enforcement) reposa sobre dos de las empresas que hoy controlan las cadenas de frío: Wal-Mart y Amazon. Un informe de la ONG Mijente denuncia “que Amazon está ayudando a ICE a rastrear, detener y deportar inmigrantes, a lo grande. Sabemos que los servidores de Amazon alojan a Palantir, la compañía que proporciona a ICE "servicios críticos", como su software de gestión de casos, y hemos estado presionando a Amazon para que abandone Palantir. Pero resulta que el papel de Amazon en la máquina de deportación es más profundo que eso” En una carta a su director general, Jeff Bezos, trabajadores de la empresa denunciaban la implicación de Amazon en el programa de detenciones lanzado por Trump proveyendo a ICE con servicios de reconocimiento facial que aceleran la identificación y el rastreo de los migrantes sin papeles, e infraestructuras que permiten el trato inhumano de refugiados por Homeland Security. La logística del hielo, o ICE ICE Baby.